Millones de estrellas que nos recuerdan recordar

(Breviario: Yom Hazikaron es el día que el que recordamos a los soldados caídos, a las víctimas de las guerras de Israel y del terrorismo)
Yo nunca he vivido la guerra pero he visto algunos de los cementerios que deja detrás. Un millón de estrellas que tapizan nuestros techos cuando nos vamos a dormir y nos entregamos a ellas. Un millón de estrellas nos gusta pensar que hospedan a los que se van. Ese millón de estrellas que simula el color de esos ojos a los que uno se aferra por no olvidar. 

Estuve una vez en un cementerio vacío de vida, con infinitas raíces como cimientos. Era un cementerio sobre una montaña alta que lleva el nombre de un señor que es casi una leyenda. Recuerdo que, como todos los cementerios, tenía muchos cajones de piedras coronados por nombres y fechas pero en estos las fechas eran, muchas veces, demasiado próximas entre sí. 

Una vez distinta fui a otro cementerio, uno más pequeño con el doble de vidas que de muertes. Era un día de conmemoración, el cementerio estaba lleno de vivos que caminaban y se posaban junto a cajones de piedra con memoria de muerte. Algunos lloraban, yo solo veía, escuchaba y sentía el calor aglomerarse por la cantidad de gente que esos muertos habían dejado atrás y que en ese día iban a imaginar su recuerdo. 

Existe un día especial en el calendario, uno de conmemoración que ocurre antes de otro de celebración por la independencia. Es el Día del Recuerdo que regresa cada año antes de permitirnos celebrar por la libertad y la independencia. Una forma casi poética de contar la historia partiendo de la memoria que se atesora como patrimonio nacional para encauzar en la fortuna de la libertad política. Cada año se renueva porque nuevas estrellas se unen al cielo y otras amenazan con extinguirse. 

Hay una canción que dice: quisiste volar, quisiste ir más lejos, con media sonrisa fuiste hacia arriba, un millón de estrellas en el cielo, atrapan el color en tus ojos… Fue escrita por alguien que no pudo despedirse de otro alguien que fue absorbido por el cielo mientras volaba. Recuerdo estar en presencia del cajón de piedras de aquel que voló hasta que el cielo lo adoptó como suyo, escuchaba esta canción mientras me contaban esta historia, solo pensaba en una avioneta subir y subir hasta perderse en el limbo entre luz y oscuridad que divide a nuestra Tierra del exterior, cobijándome con la idea de que así de indolora puede ser la muerte.

Canción Milion cojabim por Amit Farkash https://www.youtube.com/watch?v=58Ab6lGnTL0

[Fotografías tomadas durante 2017-2018]