Este trabajo es una colaboración entre Perla Schwartzman de Gary y Orly Morgenstern
La vez que pregunté por la cámara, Rubén me contestó que, a falta de una pieza, no servía.
Tenía tres ruedas bajo tres patas que, por mucho tiempo, no se movieron. La Century Graflex de madera y 114 años se convirtió en un mueble, o quién sabe, tal vez ha estado mirando desde su esquina todo este tiempo.
Rubén era el esposo de mi Bobe (mi abuela). Después de que falleció descubrimos que la vieja cámara aún podía fotografiar. No le faltaban piezas, solamente nadie la había usado en más de 40 años.
Rubén falleció el año pasado, en Junio del 2023. Durante sus últimos años sufrió de parkinson rígido entre otros padecimientos derivados. Dedicó la mitad de su vida a la fotografía comercial y de vez en cuando tomaba fotos usando su teléfono. La otra mitad de su tiempo lo destino a crear KronalinE, una empresa distribuidora y manifacturera de papel en México.
Él decía que un verdadero fotógrafo es quien logra ver la belleza de lo inesperado. Constantemente evocaba la imagen de una flor pisada en el pavimento mojado para hablar del arte de lo fotográfico y la personalidad del artista fotógrafo. Esa frase fue de las últimas que me dijo.
Su comida preferida era el filete de res. Normalmente escogía beber jugo de manzana diluido. Elegía usar sombrero siempre que había sol. Y preferiblemente, dedicaba su tiempo libre a escuchar música clásica.
Mi Bobe Perla y yo hicimos estas fotografías en su memoria. Para ellas utilizamos un solo paquete de placas fotosensibles blanco y negro de 5×7 pulgadas; existen solamente dos libros con las fotografías resultantes. Cada copia contiene la mitad de las 17 totales incluidos sus negativos
Dos copias del mismo encuadre.
Dos copias de la misma colección.
Dos copias de la misma serie que no es idéntica.
Dos copias que salieron de una sola caja.
Dos copias.
Dos.
El negativo y su positivo.
Una pareja.
La vida y la muerte también vienen en pares.
Que su memoria sea una bendición, z”l.
Tristeza,
falta de él,
de abrazos,
de compañía.
Esas son las palabras que se me ocurren al pensar sobre este proyecto.
Este libro es un homenaje al amor entre nosotros, Rubén y yo; a terminar nuestra vida juntos.
Cuando me toque a mí, te alcanzaré.
Perla


Cuando Rubén cocinaba su filete yo era testigo de un acto de perfección, precisión y enfoque. Él, empeñado en alcanzar el término adecuado, me enseñaba: medium-well. Y me había sentir que no solo se alimentaba él, sino que el proceso era un momento meditativo lleno de amor. (Perla)


Una ausencia de su persona física. Una memoria de su intención por vestirse arreglado, presentable y listo para salir a trabajar todos los días. Hoy es muy triste porque él ya no está. (Perla)


Jugo de manzana:
El jugo diluido de manzana: la bebida preferida de Rubén significaba que la totalidad del jugo no solo le caía pesado al estómago, sino que reflejaba sus constantes cuidados y precauciones por su cuerpo. (Perla)


¿Dónde está Rubén? (Perla)


Rubén fue el cenit de la mesa principal durante las cenas. Hoy el florero significa su presencia. (Perla)


“Hazme ver más flaca”: Los kilos se me vinieron encima. Rubén siempre vio mi belleza a pesar de todo. (Perla)


Bocina en silencio:
Rubén gozaba retratar flores. El ruido se cubrió de silencio, pero aún así, las flores renacen de ahí. (Perla)


Perla. Primera exposición exitosa:
Una sonrisa medio forzada tapando el dolor de la perdida de mi compañero de vida. Pero aún así manteniendo mi bello y coqueto físico ante la posibilidad de que Rubén me esté viendo desde donde quiera que esté. (Rubén)

