Yehudía

Pocas cosas engañan más que los recuerdos” (Zafón, 2008). Y sin embargo de ellos nos valemos para continuar con nuestras vidas, o de la cámara, pobre condenada a ser nuestra memoria.

Una entrevista sobre el proyecto publicada en el sitio de PHMuseum: https://phmuseum.com/news/questioning-judaism-as-a-young-mexican-woman

Este proyecto estuvo expuesto en el Foro R-38 en la Universidad del Claustro de Sor Juana en la Ciudad de México entre mayo y agosto del 2023.

Este es el texto curatorial de la muestra escrito por el curador, Sebastián Machado.

Yehudía | Frente a las fronteras identitarias 

Orly Morgenstern (Estado de México, 1999)

Fotógrafa egresada de la Escuela Activa de Fotografía. Acreedora de la beca FONCA en el programa Jóvenes Creadores en 2020. En 2021 fue seleccionada en la 8va Bienal Mundial de Fotografía Estudiantil de Serbia. Ha participado en varias exposiciones colectivas; destacan las organizadas en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, el Centro de las Artes Vivas y la Subsecretaría de Derechos Humanos en la Ciudad de México. En su trabajo, Orly Morgenstern entiende la fotografía como un espacio tanto de esparcimiento como de contención, con el cual recorta y reformula la realidad que habitamos. Actualmente es estudiante de la licenciatura en Periodismo por el ITESM. 

Su quehacer artístico transita entre la fotografía, la utilización de archivo, el montaje y la puesta en escena. De esta forma, Orly Morgenstern logra, a través de sus propuestas conceptuales, sutiles gestos que le permiten trabajar desde el plano de la exploración personal. El eje central de Yehudía es la familia, la tradición, y la evocación como una acción atravesada por una línea de objetos-documentos que aportan sentido dentro la memoria situada. De ahí que se proponga una instalación que hace eco a la identidad, el collage como un acto de desarchivar, las telas como la imagen superviviente y, por último, los montajes que buscan resonancias con los sentidos de esos pasados. 

La exposición plantea un viaje al pasado para comprender cuál es el presente-futuro en el que está inserta la artista. La tradición cultural en la que creció sirve para dotarla de una identidad que se construye mediante las historias y narraciones que la han marcado. La memoria, entendida como la sobrevivencia de imágenes del pasado, sólo se invoca desde el presente. Es desde ahí que se actualiza, se representa y resignifica la historia colectiva.

Es sólo a través de la lectura y recuperación del archivo que toda esa memoria-materia inerte se puede contemplar con nuevos ojos. Este proyecto explora la potencia en la herida familiar. El archivo juega como una suerte de montaje para construir un espacio emergente de memoria común. La apuesta conceptual adquiere una capa de complejidad que permite levantar cuestionamientos a una tradición cultural y religiosa a partir de la condición como mujer de la artista. Después de todo, si los éxodos y los duelos marcaron el devenir de millones de familias, ¿de qué sirve no levantar la voz y, cuando menos, cuestionar ciertas tradiciones?

Ante la angustia de la posibilidad del olvido, de manifestar la ausencia, la importancia de Yehudía descansa en que plantea la idea de construir los sentidos del pasado para sanar las heridas de la memoria. Porque nuevas generaciones preguntan y reinterpretan lo que agudiza nuestra mirada sobre el mundo. Si esta exposición, que tiene en común el hecho de parecer y por eso mismo de estar planteada para verse, tocarse o ser sentida, logra agitar en alguna medida la sensibilidad de quien los ve, consideramos que nuestro propósito habrá llegado a su destino.