Fósiles florales flotantes y el cuerpo

Pavimentados todos

Pavimentados y repavimentados, y

Enterrados entre grava y agua 

y sol y lluvia, y 

marcas de llantas y

de pisadas.

Entre bados y topes

Baches.

Pavimentados

Pavimentados todos con rutas en la piel que conducen al paraíso de la perdición que albergamos todos en nuestros cuerpos efímeros que envejecen y nunca serán el que alguna vez fueron.

Caminos de piel y rayas, marcas y cicatrices, caminos pavimentados por el tiempo. 

Crecer. 

Caminos que se alargaron entre cervicales que se irguieron. 

Curvas de cadera y sombras

entre costillas y ombligos

Columna vertebral rasgada por dedos que buscaron abrazo

Espaldas de montes y montañas. Cerros y mesetas que nos habitan y encuentran la metamorfosis en el caminar y el respirar. 

Fotografías de la materialización corporal que tenemos todos. Caminos a lugares ocultos y privados que se hacen íntimos colgados en paredes. Lugares de ensueño, de refugio, de huida. Lugares. Lugares que son los únicos que nos quedan cuando lo de afuera se derrumba. Hogar intrínseco al existir que hacemos ajeno al vestir. 

Pavimento que somos para la carretera que construimos por vida. 

Carretera que vuelve, que se extiende y encoge desde el cielo. 

Carretera como un ocho

Se encuentra y reencuentra con cada nuevo paseo y nueva vuelta. 

Ocho pavimentado por pavimento gris que marcamos al pasar y olvidamos al avanzar. 

Esto es un reencuentro con el cuerpo y el pavimento por el que caminamos cuando andamos y vagamos en el cuerpo de uno.

Así, rebautizamos nuestra alma, anima única, con nuestro nombre propio. 


Todas las fotografías son originales, técnica digital, 2020